Los seres humanos pueden alterar sus vidas alterando su actitud
-William James
Nuestra actitud es la disposición que tenemos con respecto a una situación, una persona, o la vida en general. Podemos tener una actitud positiva o negativa, y esto se basa en nuestra elección. Nadie nace con una actitud … esta es creada, desarrollada y mantenida. Si tenemos una actitud positiva tendemos a estar contentos y tener esperanza en nuestras vidas. Nos enfocamos en soluciones. Nuestros pensamientos son dinámicos, creativos y amorosos.
Si tenemos una actitud negativa, tendemos a ser miedosos, amargados, y enfocarnos en problemas. Nuestra actitud hace la diferencia entre quedarnos en la cama sintiendo lástima por nosotros mismos, o levantarnos y enfrentar al mundo con confianza en nuestra capacidad de seguir adelante.
Puede que no sea fácil ….¡nuestra actitud lo hace posible!
- ¿Estás consciente de la actitud que tienes en la vida?
- ¿Tiendes a ver las cosas de una manera positiva (a pesar de encontrar dificultades o enfrentar pérdidas) o tiene un filtro negativo?
- ¿Es tu foco de atención los problemas?
- ¿O es que te concentras en las soluciones?
Hace algún tiempo hice la presentación «Su aptitud refleja su actitud» a una organización que trabaja con la tercera edad.
En esta ocasión le dije a mi grupo que prestara atención a la forma en que contestaban el teléfono cuando hablaban con el anciano, debido a que nuestra actitud se refleja incluso en la voz. Si ellos percibían irritación o impaciencia, probablemente esa persona no volvería a llamar. A nadie le gusta sentirse no apreciado. Si esperamos ser tratados bien, tratemos bien a los demás.
Nuestra actitud tiene un gran efecto en las personas con las que tratamos, pero lo más importante, tiene un enorme efecto en nosotros mismos.
Si tenemos una buena actitud nos enfrentamos a situaciones esperando tener un resultado positivo, con fueraz y determinacion. Si tenemos una actitud negativa nos enfrentamos a situaciones con la expectativa de encontrar problemas y nos sentimos molestos o irritados.
¿Cómo puede nuestra actitud ayudarnos cuando enfrentamos a una pérdida?
Al elegir entre estar reaccionando a ser sensible., Como Zig Ziglar dijo que «no es lo que te pasa a ti si no lo que haces con lo que te pasa a ti lo que hará la diferencia en tu vida”. Estas palabras nos dan la libertad de elegir. Estas nos brindan la posibilidad de convertirnos en un sobreviviente en lugar de una víctima. Puede que nos sintamos tristes, aún así, nos podemos sentir fortalecidos. Es posible que haya dolor en nuestro corazón, pero a pesar de ello, poseemos determinación y voluntad. Podemos sentir nostalgia por la pérdida, sin embargo sabemos que somos capaces de acoger la vida nuevamente.
Si de vez en cuando sufres de una actitud negativa, empieza a hacer este ejercicio para cambiarla:
Siéntate derecho, con los hombros hacia atrás y la cabeza erguida. Pon una sonrisa en tu rostro (aunque sea ligera) y piensa: Soy capaz de hacerle frente a esta situación. Soy capaz de manejar cualquier dificultad que pueda encontrar.
Si quieres sentir realmente como influye nuestra postura corporal, haz una postura de «mala actitud»: desploma los hombros, deja caer tu cabeza, y frunce el ceño de tu frente. ¿Notas la diferencia?
Otro elemento que influye en nuestra actitud es nuestra conversación interna. Seleccione los mensajes que expanden tu mente, en lugar de limitarte. La realidad es que somos el producto de nuestros pensamientos.
Ahora, toma un momento para reflexionar sobre estas tres preguntas. Si no estás satisfecho con la respuesta …. Cambia tu actitud!
• ¿Qué actitud eliges en la vida?
• ¿Eres víctima o sobreviviente?
• ¿Haces hincapié en las pérdidas del pasado o diseñas un futuro más brillante?
Recuerda, ¡tu vida tiene significado!
Te deseo un lindo día,
Ligia M. Houben