Sé el cambio que deseas ver en el mundo.
– Mahatma Gandhi

Al empezar un nuevo año muchas personas toman la oportunidad para planearlo. Por esta razón se ponen metas con gran anticipación y expectativa. Algunas de estas metas se enfocan en la dimensión física tal como empezar una nueva dieta o un plan de ejercicio. Otros desean avanzar en su profesión o trabajo, inclusive empezar una nueva carrera. Otras personas se ponen la meta de desarrollar su dimensión espiritual. El ponernos metas es fácil – y ¿el llegar a realizarlas?

¿Cuál es tu meta? ¿Deseas llevarla a cabo? Entonces, el primer paso es trabajar en tu persona. No podemos cambiar nuestro mundo exterior sin primero cambiar nuestro mundo interior. En el seminario que imparto Vive una vida con significado y propósito y realiza tus metas el primer ejercicio que los participantes llevan a cabo es descubrir sus valores y como vivir de acuerdo a ellos.

A continuación te presento algunos de los valores que considero esenciales para vivir la vida que realmente deseas vivir. Estos valores son:

Auto-disciplina
Perseverancia
Fe
Propósito
Pasión

Permite que brevemente explore contigo cada uno de estos valores.

Auto-disciplina: Si deseamos mejorar necesitamos enfocarnos en las pequeñas acciones que llevamos a cabo cada día y que nos ayudaran a crear un hábito. Se ha dicho que toma 21 días el formar un nuevo hábito. ¡Hazlo! Haz el compromiso contigo mismo y durante 21 días desarrolla un hábito que te acerque más a tu meta.

Perseverancia: Todo conlleva planeamiento y esfuerzo, especialmente durante los contratiempos. En coaching, no utilizamos la palabra «fracaso» sino reacción o evaluación, porque uno puede aprender de estas experiencias. No te desanimes si encuentras obstáculos, éstos sólo pueden ayudarte a crecer y a tener más fortaleza. Mantente enfocado en tu meta y si necesitas cambiar el curso de acción, hazlo, pero ¡no claudiques!

Fe: Si tienes fe en ti mismo y en el Ser Supremo, quien para mi es Dios, todo es posible. El poseer fe es como un motor que nos impulsa hacia niveles más elevados de existencia y conciencia. Cierto tiempo atrás alguien me dio una tarjeta con la siguiente frase: «Deja ir y deja a Dios» y conservo esas palabras en mi corazón y recurro a ellas cada vez que experimento alguna duda o temor.

Propósito: Al ponernos una meta necesitamos conocer la razón el porque deseamos lograrla.¿Qué te motiva? ¿Qué le brindará esta meta a tu vida? Al pensar en tu propósito usa tu imaginación y visualiza qué deseas lograr y cómo te sentirás cuando lo hayas logrado.

Pasión: El último valor que necesitas para llevar a cabo tu meta es pasión. Necesitas sentir en tu corazón un entusiasmo sin límite al pensar en tu meta y tener la certeza que la llevarás a cabo.

Si sigues estos valores y estás dispuesto a trabajar en ti mismo, vas a entrar en un proceso de crecimiento y auto-desarrollo personal y con tiempo y esfuerzo, lograrás convertirte en ¡lo máximo que puedes llegar a ser!

Recuerda, ¡tu vida tiene significado!

Ligia M. Houben